Empate muy polémico en Vila-real después de un partido en el que el trío arbitral chorizara dos puntos al Castellón de forma muy descarada. Y es que ya sabemos cómo participan nuestros vecinos en los campeonatos, su fama de manejar desde despachos y rulando maletines es bien merecida, pues desde que el Villarreal tuvo la suerte de salir de las categorías regionales gracias a cesiones y fichajes de canteranos del Castellón, siempre ha sido así a pesar de que queda más bonito decir que "es un equipo humilde de una pequeña localidad". Un gol legal anulado, un penalty inexistente pitado en contra, uno a favor no pitado, multitud de faltas a favor no pitadas, multitud de faltas en contra sancionadas con tarjeta sin merecerla... es triste que la única crónica que habla de "polémica" es la de la web oficial del C.D. Castellón, el resto de medios siguen a lo suyo, al servicio del amo del cortijo.
Tarde lluviosa y fría en la localidad que visitamos, en donde nos desplazamos unos 150 miembros de GNB en tren. En la estación nos esperaban los efectivos policiales, los cuales nos hicieron a TODOS un descomunal cacheo que no entendimos, porque justo después de registrarnos se largaron y nos dejaron campar a nuestras anchas por Vila-real. Así lo hicimos, esta visita ha sido más curiosa que las anteriores, en algún que otro balcón asomaba gente con banderas albinegras siguiendo nuestros cánticos, siendo sinceros, Vila-real es el último sitio en el que esperábamos ver algo así. Nos reunimos algo más de 500 albinegros en el Mini Estadi, con una animación regular pero puntual. Por parte local 1.500 espectadores, algo que nos desconcierta porque normalmente no llegan al centenar de espectadores para ver al Villarreal C; lo mejor de todo es que dicen que los que perdemos el culo por presenciar este partido somos nosotros (cuando a Borriol fuimos unos 1.000, a Burriana 600, a Torrevieja 100...), la cuestión es hacer risitas, si vamos porque vamos, y si no vamos pues porque no vamos. Tantas temporadas que ha jugado su primer equipo en tercera y es realmente triste que sólo consigan reunirse más de 1.000 espectadores en dicha categoría por nosotros.
Cánticos ofensivos por ambas partes, aunque la mayor parte procedían del sector local, concretamente de miembros de la autodenominada "mejor grada de animación de la provincia" (pues no os falta comer danones para ser por lo menos la mitad que la Peña Albinegra Els 4 Muts). Amenazas tipo "hoy vais a cobrar" (pese a que al final hubo cobro revertido) y lo de siempre: humillación para el Castellón... para empezar, el pueblo de Vila-real está mejor representado por el Castellón que por el Villarreal A, B o C, más que nada porque en nuestra primera plantilla hay más jugadores naturales de allí que en cualquiera de los Villarreales mencionados; en segundo lugar, los chavales del Villarreal C tienen un sueldo anual que los chavales del Castellón no podrían tener ni jugando 3 temporadas seguidas en el CDCS; y en tercer lugar, esa "cantera" de la que fardan ha sido formada por chavales que hace dos años no sabían ni dónde estaba Vila-real, traídos desde el otro lado del charco, desde otras canteras de España o incluso desde la nuestra (precisamente el que nos ha marcado el penalti nos lo "birlaron" de nuestras categorías inferiores), fardan de una cantera formada a base de saqueos, formada por ex-albinegros (Toño, Pulga, Hidalgo, Agudo, Florin...), nos roban el partido, y aún tienen los huevos a decir que su cantera nos humilla a nosotros. Más humillante es que el Mirandés elimine de Copa del Rey a un equipo que vale 300 kilos y que para más INRI acabe bajando a segunda. Conclusión: son unos paletos y ese club ha demostrado su fama de tramposos.
Simplemente recordarles a nuestros vecinos todo lo que en su día hicimos por ellos y reflexionen un poco... salieron de categorías regionales y de tercera gracias a cesiones que se les hizo desde una cantera de verdad, la cantera albinegra; ascendieron de segunda B a segunda de la mano de ex-albinegros como Víctor Salvador o Alcañiz; y por si fuera poco les salvamos del descenso a segunda B en 1993 dejándonos ganar contra ellos y renunciando a nuestra última y remota posibilidad de ascenso a primera. Cuando queráis restregarle por la cara a algún albinegro vuestros éxitos, pensad que sin el Castellón nada de eso hubiera sido posible.